¿Quién quitó la vida a Mella?

Se han lanzado diversas teorías sobre el autor intelectual detrás de la muerte de Mella, pero la mayoría están teñidas de ideología.

Era la noche del jueves 10 de enero de 1929 cuando dos jóvenes, extraordinariamente atractivos, caminaban por una calle mexicana. Cerca, en una habitación, yacían fotografías que algunos podrían considerar atrevidas. Durante los últimos cuatro meses, habían compartido momentos de pasión en cada rincón de ese espacio. Él, a punto de cumplir 26 años, dejó atrás en Cuba a su esposa y a su hijo. Mientras que ella, cerca de la edad de Cristo, tenía otros amantes.

En una esquina, dos disparos rompen el silencio. Uno de ellos alcanza a Mella en el codo izquierdo y atraviesa su intestino; el segundo desgarra su pulmón. Caído en el suelo, se desangra, mientras ella grita por ayuda y se arrodilla junto a él.

Una ambulancia lo lleva al hospital de la Cruz Roja, pero sus heridas son mortales. Tina, desconsolada, le cierra los ojos y fotografía su rostro, que sigue siendo hermoso incluso en la muerte.

El oficialismo señala a Machado como culpable, sin considerar otras posibilidades. La oposición, por su parte, acusa a los comunistas, ya sean cubanos, mexicanos o sicarios enviados por Stalin.

Se han tejido diversas teorías sobre quién podría haber sido el autor intelectual detrás de la muerte de Mella. Sin embargo, la mayoría de estas teorías están teñidas de ideología. El oficialismo apunta a Machado como responsable, sin abrir el debate a otras posibilidades. Por otro lado, la oposición insiste en señalar a los comunistas, ya sea por su relación con Mella o por intereses políticos.

Es una historia fascinante, desde el hecho de que ni Tina ni Julio Antonio eran sus verdaderos nombres. La Modotti en realidad se llamaba Assunta Adelaide Luigia, y él fue inscrito como Nicanor Mc Partland y Diez en La Habana.

Mella, hijo de una relación extramatrimonial, demostró desde temprana edad su ambición por cambiar el mundo. Creció escuchando historias sobre su abuelo, un héroe dominicano, y trató de unirse al ejército estadounidense siendo aún adolescente, aunque fue expulsado. A los 17 años, intentó lo mismo en México, pero la ley se lo impidió al ser extranjero. Fue entonces cuando decidió abrazar el comunismo, en una época marcada por ideales utópicos.

Mella fue detenido por su supuesta participación en la colocación de bombas en el teatro Payret en 1925, y su huelga de hambre posterior. Sin embargo, el Partido Comunista lo expulsó tras esta acción, acusándolo de "oportunismo táctico" y de tener vínculos con la burguesía.

A pesar de su compromiso con el comunismo, Mella enfrentó la desaprobación del propio partido después de su huelga de hambre en 1925. Fue expulsado por acusaciones de oportunismo y de tener conexiones con la burguesía. Desilusionado, se exilió, pero incluso en México, su lucha por sus ideales provocó conflictos dentro del movimiento comunista.

Para muchos, la muerte de Mella fue motivada por la envidia hacia su atractivo, carisma e inteligencia, así como por su prominencia como líder comunista.

Con el tiempo, Mella se convirtió en un objetivo para aquellos que envidiaban su carisma, atractivo e inteligencia, así como su influencia como líder comunista. Para muchos, su muerte no solo fue un acto político, sino también un reflejo de la mezquindad y la rivalidad entre aquellos que deseaban su posición.

Una amiga, aunque crítica del comunismo, admira a Mella como figura controvertida y sugiere que su verdadero legado está lejos de las organizaciones estudiantiles actuales, posiblemente en la oscuridad de una celda o en el exilio, mientras otros planean su asesinato.

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Aunque crítica del comunismo, una amiga de la autora admira a Mella como una figura controvertida. Para ella, el verdadero legado de Mella no se encuentra en las organizaciones estudiantiles actuales, sino posiblemente en el exilio o en prisión, mientras otros conspiran contra el.

Redacción CubaNewsHub