El negocio secreto de Alejandro Castro Espín, el hijo de Raúl Castro

Un plato de angulas, unas crías de anguila que son un manjar en la gastronomía española y el negocio secreto de Alejandro Castro Espín, el hijo de Raúl Castro.


¿Qué se esconde detrás de la figura de Alejandro Castro Espín, el único hijo varón de Raúl Castro y Vilma Espín, y uno de los hombres más poderosos de Cuba? ¿Qué relación tiene con las angulas, uno de los alimentos más caros del mundo? ¿Qué vínculos mantiene con Galicia, la tierra de sus antepasados? Estas son algunas de las preguntas que nos plantea Juan Juan Almeida, la mejor guía para el fascinante viaje hacia los oscuros pasillos de la farándula política cubana, en su podcast “Juan Juan al Medio”.


En este programa, Juan Juan nos invita a sumergirnos en un mundo de intrigas que solo él puede contar, gracias a su acceso a la información privilegiada, desentrañando los misterios que rodean a los protagonistas de la escena política en Cuba, desde figuras influyentes hasta los secretos más celosamente guardados. En esta ocasión, el objetivo de su investigación es Alejandro Castro Espín, el hombre que ha llevado las riendas de la represión desde lo más oscuro de los laberínticos pasillos del poder cubano.


Muchas personas conocen la versión militar de Alejandro, el menor de los cuatro hijos de Raúl Castro y Vilma Espín, y sobrino de Fidel Castro. Según la enciclopedia oficial EcuRed, Alejandro es Doctor en Ciencias Políticas, Máster en Relaciones Internacionales e Ingeniero. Investiga y escribe sobre temas vinculados a la Defensa y Seguridad Nacional. Es autor de los libros “Imperio del Terror” y “Estados Unidos: el precio del poder”. Además, es el jefe o coordinador del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, un organismo al que se subordinan todas direcciones de inteligencia y contrainteligencia del gobierno cubano.


Pero lo que pocos saben es que Alejandro tiene una casi invisible vida paralela, en la que se dedica a un negocio millonario que tiene origen en Galicia, la tierra de sus antepasados, la que ha visitado en no pocas ocasiones. Se trata de la comercialización de las angulas, unas crías de anguila que son consideradas un manjar en la gastronomía española y que alcanzan precios astronómicos en el mercado internacional. Según Juan Juan, las angulas eran el plato favorito de Fidel Castro, quien las consumía con fruición, provocando la repulsión de algunos de sus allegados, que veían cómo aquellos gusanos blancos con ojos negros caían de sus comisuras y se perdían entre los pelos grasientos y oscuros de aquella rara barba que aplaudía todo el país. Pero como el líder de la revolución le gustaban, terminaron gustándoles también a todos los que de alguna manera formaban parte de aquella casta revolucionaria.


¿Cómo se inició Alejandro en este negocio? ¿Qué beneficios obtiene? ¿Qué riesgos implica? ¿Qué papel juega en la política cubana? Estas y otras preguntas serán respondidas en la segunda parte de este artículo, que podrás leer a continuación.


¿Quiénes comían angulas en Cuba? No se sabe, era un secreto de estado, se importaban de Galicia cumpliendo estrictamente los protocolos de secretividad, como muchos saben, las angulas viven aguas dulces, nadan por ríos de Europa hacia el mar de los sargazos, allí desovan y luego, como por arte de magia, sus crías flotan a la deriva por la corriente del golfo, de vuelta a Europa, donde son capturadas y vendidas a más de 1,000 € el kilo. Y ahora Alejandro Castro Espín, a quien cariñosamente muchos llaman “tres meses” porque ese justo es el tiempo que duran en libertad las víctimas de su mirada torcida y tenebrosa, dirige en secreto lo que por ahora es el proyecto estratégico de criaderos artificiales en los que consigue cambiar incluso el ciclo natural de las angulas. Sí, a diferencia de sus primas europeas, las angulas cubanas de Alejandro se crían y reproducen en modernizados viveros donde hasta no hace mucho el Ministerio de la Industria Alimentaria cubana cultivaba camarones. 


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De allí salen y son exportadas a Europa a través de la empresa exportadora de camarones y vendidas a mercaderes y restauranteros de Galicia, Bilbao, Asturias y otras regiones del norte español. Para que tengan una idea de la dimensión de este proyecto, solo en 2023, este incipiente, pero muy lucrativo negocio, amenaza con expandirse a México, Rusia y China, recaudó 37.8 millones de dólares, superando por mucho los 17.3 millones de dólares que ingresó por concepto de exportación de camarones, el Minal. Incluso ahora, este muy rentable proyecto pretende ampliar su espectro de mercado y ya ha invertido algo más de 2 millones de dólares en estudios y prospecciones para la construcción de arrecifes artificiales, escuchen bien, de arrecifes artificiales en piscinas para crear de forma artificial el marisco más caro del mundo, el abalón, para el que ya andan buscando compradores en Hong Kong y Singapur. En resumen, Alejandro, el último mástil de la ortodoxia comunista, decidió también fusionar el verdor de su uniforme con el del dólar de su sempiterno enemigo: USA. ¿Será que Alejandro huele el fin de la revolución y pretende asegurar su futuro familiar después de la muerte de su padre Raúl?

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Redacción CubaNewsHub


Foto: Tomada de internet de Alejandro castro



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