Cuando el Inodoro Llegó a Cuba: Un Relato Histórico

Historia inodoro en Cuba



El inodoro, esa pieza fundamental para la higiene y comodidad moderna, tuvo su gran debut en la isla de Cuba en un momento clave de la historia. Aunque los detalles precisos pueden variar según las fuentes, dos relatos principales destacan sobre este episodio significativo de la historia

Una de estas historias nos lleva al año 1887, cuando los primeros inodoros hicieron su entrada en el edificio del Centro Asturiano de La Habana. Fabricados en Inglaterra y hechos de hierro fundido, estos inodoros tenían una forma peculiar: un embudo conectado a una caja de madera forrada de zinc, todo unidos a la taza mediante un tubo. La descarga se realizaba con una cadenilla. La directiva del Centro Asturiano, orgullosa de su innovación, invitó al capitán general a conocer este novedoso invento. Su reacción fue inesperada: mientras admiraba la magnificencia del inodoro, señaló la ausencia de un olor característico. Así, los inodoros de hierro fundido se convirtieron en un símbolo de modernidad y progreso en la Cuba de finales del siglo XIX.


Historia inodoro en Cuba


Otro relato nos transporta tres años antes, en 1884, cuando en la Guía de La Habana ya se anunciaba la venta de inodoros. Estos inodoros, de cerámica y conocidos como inodoros de arrastre, representaban la última tecnología de la época. Su introducción en Cuba marcó un avance significativo en materia de higiene y saneamiento, siendo más elegantes y eficientes que sus predecesores de hierro fundido.

Sea a través de los robustos inodoros de hierro fundido o los refinados inodoros de cerámica, el inodoro dejó su marca en la historia cubana, transformando la vida diaria y la comodidad de sus habitantes.

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Ahora es tu turno, ¿qué opinas sobre este fascinante episodio histórico? ¿Conocías estos detalles sobre la llegada del inodoro a Cuba? ¡Déjame tus comentarios y comparte tus impresiones! 🚽


 Redacción CubaNewsHub  

 Escrito por Pedro Alfonso Sánchez


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