¿Sabías Usted que? Cuba fue exportadora de leche condensada? 🐮

 La leche condensada es un producto lácteo muy popular en todo el mundo, que se usa para preparar deliciosos postres, bebidas y recetas. Pero, ¿sabías que Cuba fue uno de los países que más leche condensada produjo y exportó en el pasado? 😮

En este artículo te voy a contar la historia de cómo Cuba llegó a ser una potencia lechera y cómo se desarrolló la industria de la leche condensada en la isla. También te voy a mostrar algunas curiosidades y datos interesantes sobre este producto tan apreciado por los cubanos. ¡No te lo pierdas! 😉

Cuba, una tierra de vacas y leche 🐄

Cuba siempre ha sido un país con una gran tradición ganadera y lechera. Desde la época colonial, la isla contaba con numerosas fincas y haciendas dedicadas a la cría de vacas y la producción de leche y sus derivados.

Según los datos históricos, en 1930 Cuba tenía unos 6 millones de cabezas de ganado, lo que la convertía en uno de los países con mayor densidad de vacas por habitante del mundo. 🌎

La leche era un alimento básico en la dieta de los cubanos, que la consumían fresca, hervida, en polvo o en forma de leche condensada. Esta última era muy apreciada por su sabor dulce, su textura cremosa y su larga duración.

La leche condensada es un producto que se obtiene al evaporar parte del agua de la leche y añadirle azúcar. De esta forma, se consigue un producto más concentrado, dulce y conservable.

La leche condensada se inventó en Francia en 1820, pero se popularizó en Estados Unidos a partir de 1856, cuando el empresario Gail Borden la patentó y la comercializó bajo la marca Eagle Brand. Desde entonces, la leche condensada se extendió por todo el mundo, especialmente en los países tropicales, donde la leche fresca se estropeaba con facilidad.

Hasta 1930, Cuba dependía completamente de la importación de leche condensada para satisfacer su demanda. Sin embargo, ese año marcó un cambio significativo con la apertura de la primera fábrica de leche condensada en Bayamo, Oriente. La fábrica era propiedad de la Compañía Nacional de Alimentos, filial de la firma anglo-suiza Nestlé, una de las más grandes del mundo en el sector alimenticio. 🌍

La fábrica de Bayamo fue inaugurada por el presidente Gerardo Machado el 1 de junio de 1930, y contaba con 260 trabajadores. La fábrica se instaló en una finca donada por Francisco Soto Izquierdo, un emigrante gallego que era uno de los hombres más ricos y poderosos de la región. Soto Izquierdo presidía la Asociación de Ganaderos y tenía varias fincas lecheras en los alrededores.

La fábrica de Nestlé escogió a Bayamo por varias razones: era una zona con una gran producción de leche, estaba cerca del río Bayamo y de la carretera central, que facilitaban el transporte, y tenía una buena mano de obra disponible. La fábrica fue construida por la compañía Albarrán y Vivar y costó 421,325 dólares. 💵

La fábrica de Bayamo fue un éxito desde el principio. En 1932, en plena crisis económica mundial, la fábrica produjo 200,000 cajas de 48 unidades de leche condensada, con un peso de 397 gramos cada lata. La marca de la leche condensada era Guarina, y se vendía en todo el país.

En 1934, la fábrica empezó a producir también leche evaporada, bajo las marcas Libby’s y St. Charles. La leche evaporada es similar a la leche condensada, pero sin azúcar. En 1935, la fábrica añadió otros productos, como Milo, Nescafé y Harina Lacteada, todos de la marca Nestlé.

En 1938, la compañía abrió una segunda fábrica de leche condensada en Sancti Spíritus, otra rica cuenca lechera del país. La fábrica de Sancti Spíritus tenía 160 trabajadores y producía las mismas marcas que la de Bayamo.

En 1941, la producción de leche condensada en Cuba alcanzó los 1.2 millones de cajas, una cantidad que superaba en 400,000 cajas el consumo nacional. Por eso, Cuba se convirtió en exportador de leche condensada, enviando su producto a otros países de América Latina y el Caribe. 🚢

La industria de la leche condensada en Cuba siguió creciendo hasta 1959, cuando se produjeron las últimas estadísticas oficiales. Ese año, Cuba produjo 1.5 millones de cajas de leche condensada, de las cuales exportó unas 300,000.

Sin embargo, a partir de 1959, con el triunfo de la revolución, la industria de la leche condensada entró en un proceso de declive y deterioro. Las causas fueron varias: la nacionalización de las fábricas, la pérdida de mercados, la escasez de materias primas, la falta de mantenimiento, la obsolescencia tecnológica, la baja productividad, la mala calidad y la competencia de otros productos sustitutos.

Además, la leche condensada se convirtió en un producto racionado, que solo se podía adquirir con la libreta de abastecimiento, y que estaba destinado principalmente a los niños, los enfermos y los ancianos. La leche condensada dejó de ser un producto accesible y popular, y pasó a ser un producto escaso y codiciado.

Actualmente, la producción de leche condensada en Cuba es muy limitada y depende de las importaciones de leche en polvo, que se procesa en algunas plantas estatales o en pequeñas industrias privadas. La leche condensada que se produce en Cuba tiene una calidad inferior a la de antes, y se vende a precios elevados en las tiendas en divisas o en el mercado negro. La mayoría de los cubanos solo pueden acceder a la leche condensada en ocasiones especiales o como un regalo. 🎁

La leche condensada es un producto que forma parte de la memoria y la cultura de los cubanos. Muchos recuerdan con nostalgia los tiempos en que la leche condensada era abundante y barata, y se usaba para preparar deliciosos postres, como el flan, el arroz con leche, el pudín, el dulce de leche, el pastel de tres leches, el café con leche, el batido de mamey, el helado de coco, el merengue, el boniatillo, el casquito de guayaba, el capuchino, el cortadito, el guarapo, el malteado, el chocolate, el ponche, el rompope, el licor de leche, el coquito, el piña colada, el daiquirí, el mojito, el cubalibre, el ron con leche, el ron con leche condensada y muchos más. 😋

La leche condensada también es un símbolo de la identidad y la resistencia de los cubanos, que han sabido adaptarse a las circunstancias y crear nuevas formas de disfrutar de este producto. Por ejemplo, algunos cubanos han inventado recetas caseras para hacer leche condensada con leche en polvo, azúcar y agua, o con leche de soja, miel y vainilla. Otros cubanos han recurrido al trueque, al contrabando o a la solidaridad familiar para conseguir leche condensada. Y otros cubanos han aprovechado

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Redacción CubaNewsHub   Escrito por: Pedro Alfonso Sánchez